SAN ISIDORO DE SEVILLA.
ETIMOLOGÍAS.
Capítulo I. De la
Iglesia y la Sinagoga.
1. Iglesia es palabra
griega que significa convocación, llamamiento, porque llama a sí a todas las
gentes. Católica significa universal; del griego apo tu kazolon, que significa
según un todo (secundum totum); no se limita a una región, como los conventículos
de los herejes, sino se extiende por todo el orbe de la tierra.
2. Lo cual anuncia el
Apóstol a los Romanos, diciendo (1, 8): Gratias ago Deo meo pro omnibus vobis,
quia fides vestra anuntiatur in universo mundo. (Doy gracias a Dios por todos
vosotros, porque vuestra fe es anunciada en el universo mundo.) La palabra
“universidad” procede de uno, porque todos convienen en la unidad; por eso dice
el Señor en el Evangelio (Lc. 11, 23): Qui mecum non colligit spargit. (El que
no recoge conmigo, desparrama.)
3. ¿Por qué, sin
embargo, siendo una la Iglesia, San Juan escribe a las siete Iglesias, sino
para dar a entender que esa Iglesia una y católica está llena del Espíritu
Septiforme? Del Señor dijo Salomón (Prov. 9, 1): Sapientia aedificavit sibi
Domum et excidit columnas septem (La sabiduría edificó para sí una casa y cortó
siete columnas), y, sin embargo, esas siete columnas no son más que una, según
expresión del Apóstol (1 Tim. 3, 15): Ecclesia Dei vivi, quae est columna et
firmamentum veritatis. (La Iglesia de Dios vivo, que es columna y firmamento de
la verdad.)
4. La Iglesia comenzó
en aquel lugar al que vino del cielo el Espíritu Santo y llenó a los allí
presentes.
5. Atendiendo al tiempo
presente de peregrinación en la tierra, la Iglesia es llamada Sión, porque
desde la lejanía de la peregrinación de esta vida se atalayan las promesas de
las cosas celestiales; y por eso Sión recibió este nombre, que significa
atalaya.
6. Pero con relación a
la patria futura se le llama Jerusalén, que quiere decir visión de paz; pues
allí, desaparecida toda adversidad, obtendrá la paz, que es Cristo.
7. Sinagoga es palabra
griega que significa congregación; este nombre propiamente lo retuvo el pueblo
judío. Propiamente se llama así, aunque también recibe el nombre de Iglesia.
8. Los apóstoles nunca
llamaron sinagoga a nuestra Iglesia, sino siempre iglesia, ya por razón de
diferenciarla de la de los judíos, ya por la diferencia que hay entre las
etimologías de estas dos palabras; pues sinagoga significa congregación, y se
congregan no solamente los hombres, sino también los animales en rebaño;
mientras que la iglesia significa convocación, lo cual es propio de hombres.
SAN ISIDORO DE SEVILLA.
Capítulo IX. De los magos
16. Los ariolos, así llamados porque hacen preces nefarias
en las aras de los ídolos y ofrecen sacrificios perversos, y entonces es cuando
reciben la respuesta de los demonios.
17. Arúspices, que quiere decir inspectores de las horas,
pues ellos observan las horas para hacer los negocios y qué es lo que se debe
hacer en cada uno de los tiempos. Inspeccionan también las entrañas de los
animales, para por ellas deducir el futuro.
18. Augures: los que por el vuelo de las aves y sus
graznidos auguran las cosas que han de ocurrir a los hombres. Se llaman también
auspices, pues auspicia se llaman las cosas que han de observar los caminantes.
19. Este nombre de auspicio viene de la inspección del vuelo
de las aves, como si dijera avium aspicia; y augurio es quasi avium garria,
graznido de las aves; también se llama augurio, que es como avigerium, es
decir, que llevan aves.
20. Dos son los géneros de auspicios: uno pertenece a los
ojos, como es el que se refiere al vuelo de las aves, y otro al oído, como es
el que se refiere al canto de las mismas.
21. Pitonisas, así llamadas de Pitio, Apolo, autor de la
adivinación.
22. Astrólogos, que auguraban el porvenir por los astros.
23. Genetlíacos, llamados así porque auguraban la vida por
el día del natalicio. Describen el nacimiento de los hombres según los doce
signos del cielo, e intentaban predecir por el curso de las estrellas las
costumbres, hechos y sucesos de los nacidos, esto es, que según el signo bajo
el cual naciera le adscribían un efecto determinado de su vida.
24. Estos son los que el vulgo llama matemáticos; a este
género de superstición llaman los latinos constelaciones, porque atienden a la
situación de las estrellas en el momento de nacer.
25. Estos se llamaron al principio magos, como se lee en el
Evangelio de aquellos que anunciaron a Cristo nacido; después fueron conocidos
con el nombre de matemáticos.
26. La ciencia de este arte fue concedida a los hombres
hasta el tiempo del Evangelio, para que, una vez nacido Cristo, nadie
interpretara la natividad por los astros.
27. Horóscopos, dichos así porque especulan las horas de la
natividad de los hombres con hados diversos.
28. Sortílegos son los que, bajo apariencia de religión,
hacen profesión de adivinación, echan suertes invocando a los santos o, por el
examen de algún escrito, prometen adivinar el porvenir.
29. Salisatores, supersticiosos, que por el movimiento inesperado
de algunos miembros predicen se les va a seguir algo próspero o adverso.
30. A éstos pertenecen también los que emplean medicamentos
de cosas execrables que condena el arte médico, ya consista en hechizos, en
caracteres o en cosas que se han de llevar pendientes o atadas.
31. En todas estas cosas se pone de manifiesto el arte
demoníaco salido de la pestífera sociedad de hombres y ángeles malos. Por eso
ha de ser evitado todo esto por el cristiano y repudiado y condenado.
32. Los frigios fueron los primeros que inventaron el
augurio por las aves.
33. Mercurio se dice que fue el primero que inventó el
prestigio, y se llama prestigio porque engaña la vista (praestingit aciem
oculorum).
34. Tages fue el primero que enseñó a los etruscos la
aruspicina. Dictó este arte y después no se le volvió a ver.
35. Pues se dice fabulosamente que, estando arando un
campesino, salió de pronto Tages del terreno que araba, dictó este arte y murió
en el mismo día. Los romanos vertieron estos libros de la lengua etrusca a la
suya.
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