POR QUÉ TANTO ODIO A MARÍA?
Muchas de
las sectas “cristianas” que están en el entorno Latinoamericano y con el que a
diario nos encontramos, negando la Tradición Apostólica e interpretando a
conveniencia la Sagrada Escritura manifiestan un odio tal, que en ocasiones
hasta se percibe como diabólico hacia la Madre de Dios, María Santísima; a lo
que tomando como base la definición del término cristiano genera los siguientes
cuestionamientos: ¿Será digno de un cristiano no amar a la Madre de Cristo? ¿Se
honra el nombre de Cristo al ofender a su Madre?
Tratando de
obviar la Sagrada Tradición y tomando básicamente lo narrado en los Evangelios,
nos podemos preguntar: ¿Cristo negó a su Madre? ¿Les enseñó Cristo a los
apóstoles a no querer a su Madre? ¿Por qué entonces la encomendó al apóstol San
Juan? ¿Se puede ser Cristiano sin María? ¿Por qué los hermanos separados nos
atacan tanto en el tema de María?
Parece un
poco extraño que los propios reformadores tenían una concepción de María
diametralmente opuesta a lo que predican nuestros hermanos de las sectas
cristianas. Veamos que dicen algunos de sus fundadores acerca de la Santísima
Virgen María, la madre de Jesús.
Martín
Lutero – fundador de los luteranos.
Sermón
Navidad 1531: “[Ella es] la mujer más encumbrada y la joya más noble de la
cristiandad después de Cristo… Ella es la nobleza, sabiduría y santidad
personificadas. Nunca podremos honrarla lo suficiente. Aun cuando ese honor y
alabanza debe serle dado en un modo que no falte a Cristo ni a las Escrituras.”
Juan
Calvino- fundador de los calvinistas.
“Helvidius
mostró demasiada ignorancia al concluir que María debió haber tenido muchos
hijos, por la razón de que son mencionados algunas veces los hermanos de
Cristo”
Ulrico
Zuinglio – reformador protestante.
Publicó en
1524 uno de sus sermones que trató sobre María, siempre virgen, madre de Dios:
“Nunca he pensado, ni mucho menos enseñado o declarado públicamente, nada
concerniente al tema de la siempre Virgen María, Madre de nuestra salvación,
que pudiera ser considerado deshonroso, impío, sin valor o malvado… Creo con
todo mi corazón, de acuerdo con el santo Evangelio, que su pureza virginal nos
conduce hacia el Hijo de Dios y que ella permaneció, durante y después del
parto, pura y sin mancha, virgen por la eternidad>.
Heinrich
Bullinger – reformador protestante.
“La Virgen
María… completamente santificada por la gracia y la sangre de su único Hijo,
abundantemente dotada del don del Espíritu Santo y distinguida entre todos…
ahora vive felizmente con Cristo en el cielo, es llamada y permanece siempre
Virgen y es la Madre de Dios.”
Es
interesante analizar como los fundadores de las iglesias provenientes de la
reforma también amaban y veneraban profundamente a la Virgen María, pero aún
más interesante como la Iglesia Católica ha logrado custodiar el agradecimiento
a ella. Con este artículo no se pretende atacar a las Iglesias protestantes
nacidas de la reforma, mucho menos las sectas cristianas que están presente en
nuestro entorno, lo que se pretende con este artículo es crear conciencia que
no es cristiano apartar a María de nuestra Fe, mucho menos menospreciarla o
insultarla, porque dentro del corazón del cristiano lo mínimo que debe de
existir es un infinito agradecimiento por haber colaborado con el plan de Salvación
que Dios tenía preparado para cada uno de nosotros.
Cristiano
sin María no es cristiano. ¿Virgen María que me has dado? con tu sí me has dado
a Cristo, por tu sí, yo soy cristiano. ¡Gracias Señora!
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